Con sensibilidad interpersonal nos referimos a la capacidad de una persona para comprender la situación, necesidades y emociones de otras personas, y responder a sus pensamientos, sentimientos o intereses, aun cuando no hayan sido expresados o lo hayan sido sólo parcialmente.

Es decir, estamos hablando del procesamiento de señales y conductas de otras personas y sus características identitarias de la personalidad. Esto facilita la comprensión de su intención y lo ayuda a anticipar sus necesidades y deseos.

¿Qué es la sensibilidad interpersonal?

Qué es la Sensibilidad Interpersonal?

Desde este punto de vista, la sensibilidad interpersonal (SI) es una habilidad social importante del ser humano que consiste en sacar conclusiones sobre las habilidades, rasgos y sensibilidades de los demás a partir de señales no verbales cuyo significado asociado al comportamiento no verbal previamente observado es esencial.

La SI se puede dividir en sensibilidades no verbales, emocionales y sociales. El primero es leer actitudes, intenciones y signos de relaciones interpersonales (gusto, deseo, etc.). El segundo se enfoca solo en las señales emocionales y el tercero se enfoca en la información social global.

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Sensibilidad Interpersonal e Inteligencia Emocional

La sensibilidad interpersonal es central en el modelo teórico de la inteligencia emocional o social, entendiendo que uno debe poseer competencias básicas de sensibilidad para poder ser emocional o socialmente inteligente.

Por lo tanto, la Sensibilidad Interpersonal afecta la capacidad de los demás para percibir, interpretar y responder a las emociones, y tiene un impacto significativo en la cognición emocional, por lo que es necesaria para el desarrollo de la inteligencia funcional y emocional.

En este sentido, se evidencia una relación entre la inteligencia emocional y la IS percibida por personas y pares. Esto se debe a que esta sensibilidad es una de las formas en que la inteligencia emocional ayuda a las personas a interactuar de manera efectiva con los demás.

¿Cómo nos afecta la Sensibilidad Interpersonal?

Cómo tratar a una persona altamente sensible - todas las claves

A veces considerado como una habilidad, está en el corazón del funcionamiento social adecuado. Un claro ejemplo de esto es que los niños con IS alto son más valorados por sus compañeros, y los maestros sensibles ayudan a mejorar su nivel de aprendizaje (Bernieri, 1991), contribuyendo a reducir la ansiedad social y mejorar la superación académica. -Concepto prepuberal. Además, la baja sensibilidad reduce la adaptación personal y social del niño.

En el contexto de la educación, la SI permite reconocer las necesidades y preocupaciones de los demás, negocia hábilmente con los demás, coopera con los demás en situaciones y conflictos emocionalmente angustiosos, maneja los conflictos y es apropiado. Le permite recibir comentarios valiosos y reconocer las diferencias multiculturales. Interactuar con personas de diferentes orígenes.

También encontramos una relación entre la dificultad de interacción social y adaptación psicológica con la sensibilidad interpersonal en la población clínica. Ciertas psicopatologías, como la depresión mayor y la esquizofrenia, están asociadas al problema de lectura de señales no verbales tanto en niños como en adultos.

Por lo tanto, se percibe que las personas sensibles tienen relaciones interpersonales más activas y están más disponibles cuando se necesita su presencia o ayuda. Es decir, tienen mejor apoyo social.

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¿Cómo mejorar la sensibilidad interpersonal?

Como hemos visto, la inteligencia interpersonal es muy importante para el desarrollo de cada persona por individual, con la finalidad de crear una mente más colectiva.

Entonces, para comprender la perspectiva de los demás, necesitamos comprender su propio entramado de emociones, acercarnos de una manera especial y atenta. Para ejercitar esta capacidad de cercanía es recomendable:

  • Esforzate por entender lo que la otra persona piensa y siente: «sintonizá».
  • Focalizate en la perspectiva del otro: «ponete en su lugar».
  • Aprecia la información que el otro comparte contigo.
  • No traiciones nunca su confianza.
  • Alimenta, con tus actos y con tus palabras, el clima empático en cada momento.

Y recuerda siempre que en cualquier contexto nuevo, y cuando conocemos a alguien por primera vez, nuestra atención y tiempo son la mejor manera de construir nuestra propia imagen positiva.

Ser receptivos y hacer buenas lecturas de las señales y conductas de los demás nos permite ajustarnos y reaccionar mucho mejor a cualquier circunstancia.